Blanqueamiento dental: Desmentimos los mitos y te contamos las verdades

“La base del miedo es el desconocimiento”.

 

De cara a las navidades son muchos los pacientes que acuden a consulta interesados en el blanqueamiento dental pero, quizás por falta de información o por los mitos que cada vez se han extendido más entre la población, presentan cierto reparo a la hora de solicitar este tratamiento.

 

El objetivo hoy es aclarar en qué consiste el blanqueamiento dental, las verdades y los mitos que se han popularizado, y cómo escoger el más apropiado en cada caso.

 

Se define blanqueamiento dental como el tratamiento estético que tiene por objetivo eliminar las manchas dentales y hacer que la dentición adquiera una tonalidad más blanca y brillante.

 

Los dientes pueden oscurecerse por muchos motivos, que podemos clasificar en dos:

 

  • Manchas intrínsecas que aparecen durante la formación del diente por determinados medicamentos como tetraciclinas, por fluorosis o por hipoplasias de esmalte. Y una vez erupcionados, por golpes o por el paso del tiempo que hace que se vayan oscureciendo o amarilleando.
  • Manchas extrínsecas producidas por el contacto con colorantes alimenticios, tabaco, determinadas bebidas como el vino, uso prolongado de enjuagues con clorhexidina…

 

Un buen diagnóstico e identificación de la causa del oscurecimiento es la base de éxito del tratamiento. Una vez identificada, se debe determinar qué tipo de blanqueamiento es el más apropiado en cada caso. Pudiendo englobarse en:

 

  • Blanqueamiento ambulatorio: Es el que se realiza en casa durante un periodo aproximado de 15 días con el producto blanqueador proporcionado por un odontólogo. Dependiendo del sistema, se puede dormir con ello o aplicar durante media hora diariamente.  Recomendado en dientes jóvenes, como refuerzo al blanqueamiento en clínica, y en aquellos pacientes que puedan cumplir las restricciones alimentarias durante esos días.
  • Blanqueamiento clínico: Aplicación del producto blanqueador en consulta a una concentración más elevada que el de casa, colocando barreras protectoras de los tejidos. Puede ir desde una hasta tres sesiones, que se determinarán teniendo en cuenta las expectativas del paciente. Dependiendo del sistema, irá o no acompañado de una luz que acelere la reacción. Se recomienda en pacientes cuyo objetivo sea conseguir un tono de blanco más acentuado o de forma inmediata.
  • Blanqueamiento combinado: Habitualmente combina una sesión de blanqueamiento en clínica y una semana de blanqueamiento en casa. Se recomienda en aquellos casos en los que se busque un resultado mantenido en el tiempo.

Será el dentista quien, teniendo en cuenta el resultado que quiera conseguir el paciente, recomiende el más apropiado en su caso.

 

Tras el blanqueamiento, bien sea ambulatorio o clínico, existen una serie de recomendaciones que nos ayudarán a que el efecto sea más duradero en el tiempo. Es la conocida como “dieta blanca”, que consiste en que, los días de aplicación y posteriores al tratamiento, se eviten en la medida de lo posible todos aquellos alimentos que lleven tintes o colorantes que puedan disminuir el resultado conseguido, así como aquellas bebidas ácidas o carbonatadas que puedan aumentar la sensibilidad en el caso de que existiera. En esta lista encontraríamos: café, infusiones, vino tinto, espinacas, chocolate, remolacha, embutidos, zumos ácidos y bebidas de cola entre otros.

 

Son múltiples las ocasiones en las que los pacientes acuden con miedo al proceso creyendo que daña el diente. El blanqueamiento es un tratamiento completamente seguro siempre que se realice bajo la supervisión de un especialista. Genera una reacción conocida como oxidación que es la que produce el blanqueamiento de nuestras piezas. Esta reacción sólo se genera durante el tiempo que el gel blanqueador está en contacto con el diente. Una vez finalizado, el gel se retira y el diente deja de producir esa reacción volviendo a su estado inicial. Sin embargo, en los últimos meses se ha popularizado la venta de pastas de dientes de carbón activo, que basan su acción en el blanqueamiento por erosión del esmalte, y como consecuencia, la aparición de sensibilidad dental.

 

Actualmente, gracias a la legislación vigente, no está permitido adquirir blanqueamientos de venta libre con concentraciones altas. Hace años esto sí era posible, de ahí que el uso inadecuado de los mismos produjera daños en ocasiones irreparables, lo que generó los falsos mitos que hoy en día se conocen.

 

Sí se pueden adquirir en numerosas farmacias y parafarmacias pastas blanqueadoras, con una concentración de producto muy inferior a la que se utiliza en clínica, que son una herramienta auxiliar maravillosa para mantener el efecto del blanqueamiento, pero no para producirlo por sí solo.

 

Por lo tanto, el blanqueamiento es un tratamiento estético no invasivo, totalmente seguro, pero que debe ser diagnosticado, pautado y supervisado por un especialista que asegure el resultado sin efectos secundarios. Lo más recomendable es acudir a consulta para que nos puedan orientar y guiar en el inicio hacia la estética dental.

 

Consulta con los expertos de Clínica Dental IESO para el mejor asesoramiento y tratamiento odontológico.

 

¡Te esperamos!